14-09-2014 - (Gallego) Cada vez parece más evidente que las escandalosas, exageradas y masivas talas de árboles en los márgenes de carreteras o, en este caso, de los ríos (en Carballiño el Carrás y posiblemente también el Arenteiro) responden a una táctica que se extiende cada vez más mediante la cual, empresarios sin escrúpulos estarían aprovechando la concesión para “limpiar, “repoblar, “retirar maleza” etc. de dichos márgenes, para cortar los mejores ejemplares de alisos, ameneiros, robles o pinos y lucrarse con la venta de su valiosa madera.
Todo ello ignoramos si con el conocimiento del adjudicador, en este caso la Confederación Hidrográfica Miño-Sil que, se supone, debería supervisar e inspeccionar los trabajos realizados,